De las cenizas de un legado perdido, emerge una maravilla arquitectónica que busca reconquistar el esplendor intelectual de la antigua Alejandría.

El Cairo, una ciudad donde la historia y la modernidad convergen, alberga monumentos que narran siglos de civilización. Entre ellos, la Mezquita de Alabastro y la Ciudadela de Saladino destacan como emblemas de la riqueza cultural egipcia.

Su estado de conservación ha sido motivo de debate entre expertos y autoridades, con posturas enfrentadas sobre si debería ser cubierto para protegerlo o si debe mantenerse al aire libre, como ha estado desde su llegada a la capital española.

Al contemplarlo, se puede entender por qué los egipcios, maestros de lo eterno, dejaron una huella que continúa inspirando al mundo moderno.

Aunque parezca increíble, los antiguos romanos ya vivían la vida a lo grande durante sus vacaciones, mucho antes de que el turismo moderno fuera una realidad.

Está dedicado a Hathor, la diosa del amor, la belleza y la maternidad, es uno de los complejos mejor conservados de Egipto.

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Aunque lo mejor de esta excursión es la navegación por el Nilo, resulta reconfortante comer deliciosas frutas en medio de la naturaleza y a orillas del río Nilo.

Alejandría, una ciudad cuyo nombre resuena con la grandeza de la antigüedad, se alza a orillas del Mar Mediterráneo, tejiendo historias que se remontan a más de dos milenios.

El Templo de Medinet Habu, se encuentra ubicado en la orilla occidental del río Nilo en Luxor, Egipto, es uno de los tesoros arquitectónicos y culturales más impresionantes del antiguo Egipto.

Situada en las costas del Mar Rojo, la ciudad de Hurghada se ha convertido en un paraíso para los amantes del sol, el buceo y la relajación.