El origen del calendario y su relación con el Templo de Dendera en Egipto

Fotos: Yéssica Salazar

El calendario egipcio es para muchos mejor que el de los griegos, porque el ciclo de las estaciones siempre aparece en la misma época.

El calendario egipcio es uno de los sistemas de cronología más antiguos conocidos, con raíces que se remontan a aproximadamente el 3000 a.C.

La relación entre el calendario egipcio y Dendera es particularmente interesante debido a los hallazgos arqueológicos y astronómicos en el Templo de Dendera, uno de los templos más famosos del antiguo Egipto.

Desde los inicios de la egiptología moderna, se han propuesto varias teorías sobre el origen del calendario civil egipcio. Algunas sugieren un origen solar, estelar o una combinación de ambos. Sin embargo, una hipótesis intrigante es que el Nilo influyó en su desarrollo.

Antes de la unificación de Egipto, las sociedades del valle del Nilo probablemente seguían calendarios lunares locales basados en las inundaciones del río, dividiendo el año en Inundación (akhet), Resurgir (peret) y Sequía (shemu).

El calendario civil predominó en Egipto para la mayoría de actividades, aunque algunos festivales seguían un calendario lunar. Este calendario civil fue el oficial hasta la conquista romana, cuando fue reemplazado por el calendario alejandrino, que añadió un día extra cada cuatro años. Julio César adoptó este calendario en 46 a.C., y fue usado en Europa hasta la reforma gregoriana en 1582.

El Calendario Egipcio

Calendario Solar Civil:

  • Estructura: Se basaba en el ciclo solar y constaba de 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, más cinco días adicionales al final del año, conocidos como "días epagómenos".

  • Faltas: Este calendario no contaba con años bisiestos, lo que generaba una deriva de aproximadamente un día cada cuatro años en comparación con el año solar real.

Calendario Lunar:

  • Utilizado principalmente para determinar festividades religiosas y eventos basados en los ciclos lunares.

Calendario Sothic:

  • Basado en el ciclo de la estrella Sirio (Sothis), cuya aparición en el horizonte antes del amanecer (la helíaca) marcaba el inicio del año nuevo, coincidiendo con la inundación del Nilo.

Relación con Dendera

El Templo de Dendera es conocido por su zodiaco, una representación gráfica de las constelaciones y un calendario en el techo de una de las capillas de Hathor. Este zodiaco se ha convertido en un valioso documento para entender las prácticas astronómicas y calendáricas de los antiguos egipcios.

Zodiaco de Dendera:

El zodiaco de Dendera es un relieve circular que muestra las constelaciones y planetas. Se considera una representación heliacal de las estrellas y planetas en relación con las constelaciones.

Proporciona una conexión entre la astronomía egipcia y su calendario, demostrando cómo observaban y registraban los movimientos celestes.

Templo de Hathor:

Hathor, la diosa del amor, la belleza y la maternidad, es uno de los complejos mejor conservados de Egipto.

En el vasto y enigmático paisaje de Egipto, donde las arenas del desierto se encuentran con los fértiles valles del Nilo, se alza un monumento que encapsula la grandeza y el misterio de una civilización milenaria: el Templo de Dendera.

Situado cerca de la moderna ciudad de Qena, este templo es un testimonio duradero del ingenio y la devoción de los antiguos egipcios.

Su construcción, iniciada en el período tardío del Reino Ptolemaico y completada durante la era romana, refleja una mezcla única de estilos arquitectónicos que abarcan varios siglos.

Al acercarse a su imponente fachada, uno no puede evitar sentirse sobrecogido por las enormes columnas y los intrincados grabados que adornan cada superficie.

Al cruzar el umbral del templo, los visitantes son transportados a un mundo de mitología y simbolismo. Las salas interiores están ricamente decoradas con escenas de la vida cotidiana y rituales sagrados, todas meticulosamente esculpidas y pintadas. Uno de los aspectos más destacados es el techo del templo, donde se encuentra el famoso zodiaco de Dendera, una representación celestial que muestra el conocimiento astronómico avanzado de los antiguos egipcios.

El santuario principal alberga la imagen de Hathor, y es aquí donde se realizaban complejos rituales para honrar a la diosa. La atmósfera de reverencia y misticismo sigue siendo palpable, invitando a los visitantes a reflexionar sobre las creencias y prácticas religiosas de esta antigua civilización.

Explorar el Templo de Dendera no es sólo una oportunidad para admirar su impresionante arquitectura, sino también para conectarse con el pasado de una manera profunda y significativa.

Cada rincón del templo cuenta una historia, desde los relieves que narran los mitos de Hathor hasta las inscripciones jeroglíficas que documentan eventos históricos.

Además, el templo cuenta con criptas subterráneas y una azotea accesible, que ofrecen vistas panorámicas del complejo y sus alrededores. Estas áreas adicionales proporcionan una comprensión más profunda de la estructura y el uso del templo a lo largo de los siglos.

Consejos para los viajeros

Para aquellos que desean visitar el Templo de Dendera, se recomienda planificar su viaje temprano en la mañana para evitar las multitudes y el calor del mediodía.

Llevar agua, protector solar y calzado cómodo es esencial para una experiencia agradable.

Además, contratar un guía local puede enriquecer significativamente la visita, proporcionando contexto histórico y detalles fascinantes sobre las inscripciones y relieves.

Este templo es más que una maravilla arquitectónica; es un portal al alma de una civilización que ha fascinado al mundo durante siglos. Al recorrer sus pasillos y contemplar sus tesoros, uno no se puede evitar sentirse conectado con el ingenio y la espiritualidad de los antiguos egipcios.

Este sitio no sólo preserva la historia, sino que también inspira asombro y admiración, recordándonos la capacidad humana para crear belleza y significado duraderos. Para cualquier amante de la historia, la arqueología o simplemente la belleza atemporal, una visita al Templo de Dendera es una experiencia que quedará grabada en la memoria, un viaje a través del tiempo al corazón del Antiguo Egipto.

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