Las políticas de Trump impulsan la caída del turismo internacional a EE.UU.
Si bien aún no es posible prever con exactitud cuándo se revertirá esta tendencia, las señales indican que la reconfiguración de los flujos turísticos podría mantenerse en el corto y mediano plazo, a menos que se logre una estabilización en las relaciones comerciales y una suavización de la retórica política.
Durante marzo de 2025 se registró una caída sin precedentes en el número de viajes de canadienses a EE.UU., tanto por carretera como en avión, marcada por una reducción del 32% en los desplazamientos terrestres y del 13,5% en el transporte aéreo, en comparación con marzo del año anterior.
Esta tendencia alcista en el boicot no se circunscribe solamente a las cifras estadísticas. El ambiente político y económico, intensificado por nuevos aranceles y declaraciones polémicas del presidente Donald Trump, ha sacudido los cimientos de una relación histórica entre ambos países. Las palabras controvertidas, incluyendo los despectivos comentarios que comparaban a Canadá con “el estado 51”, han avivado un sentimiento de resentimiento en el norte, impulsando a muchos canadienses a replantearse sus destinos vacacionales.
Factores que impulsan la caída del turismo canadiense a EE.UU.
Los datos de Statistics Canada y diversas agencias estadounidenses confirman que la crisis en el sector turístico transfronterizo tiene múltiples aristas. Entre los factores determinantes destacan:
Impacto de los aranceles y la retórica política: Tras la imposición de nuevos aranceles y las reiteradas amenazas de una integración forzada, muchos ciudadanos canadienses ven ahora a EE.UU. como un destino menos atractivo.
Reacción popular y boicot: Encuestas recientes indican que hasta un 62% de los canadienses manifiesta intención de evitar viajar a EE.UU. durante el próximo año. Esta respuesta se acompaña de movimientos organizados en redes sociales, donde se comparten historias de cancelaciones y la búsqueda de destinos alternativos, como el Caribe, México y diversas ciudades europeas.
Consecuencias económicas: La U.S. Travel Association ha advertido que una simple reducción del 10% en las visitas canadienses podría desembocar en la pérdida de más de US$2.100 millones en ingresos y 14.000 empleos en la economía estadounidense. Esta situación está obligando a aerolíneas como Delta y United a ajustar su capacidad en rutas canadienses, mientras que operadores como Flair Airlines y Air Transat han recortado miles de asientos en sus itinerarios transfronterizos.
Reorientación de destinos: un cambio de paradigma
A medida que el descontento con la política estadounidense se hace más palpable, muchos viajeros han buscado alternativas que les permitan disfrutar de unas vacaciones sin los matices de las tensiones comerciales y diplomáticas. Expertos y agencias de viajes informan que destinos latinoamericanos como México, el Caribe y países de Sudamérica han visto un repunte en sus reservas, en tanto que varios canadienses optan por explorar las bellezas de su propio país, fortaleciendo la tendencia del “staycation” o turismo interno.
Un dato adicional importante es que, pese a la disminución en viajes hacia EE.UU., el mercado turístico en Canadá ha experimentado un incremento moderado en los desplazamientos internos, lo que podría ser aprovechado por las administraciones provinciales para impulsar el turismo local mediante campañas de promoción y mejoras en la infraestructura turística.
El futuro del turismo transfronterizo
Para el viajero en busca de experiencias memorables, este escenario abre la puerta a nuevas oportunidades: desde redescubrir la riqueza cultural y natural de Canadá, hasta explorar destinos emergentes en el Caribe y América Latina, en un contexto de mayor diversidad y menos convencionalidad.
El boicot canadiense a Estados Unidos, impulsado por un cúmulo de factores políticos, económicos y culturales, está redefiniendo la dinámica del turismo internacional. Para quienes aún deciden aventurarse más allá de sus fronteras, es un recordatorio de que los destinos están en constante cambio, y que la verdadera belleza del viaje reside en la capacidad de descubrir nuevas rutas, culturas y experiencias, incluso en tiempos de incertidumbre.