El inesperado rey de las compras en los aeropuertos: ¿Por qué todos acaban comprándolo?
Resulta que es la máxima prioridad de todos los pasajeros en un aeropuerto, además de llegar a su vuelo.
A pesar de su precio desorbitado, el agua embotellada es el artículo más vendido en los aeropuertos. La imposibilidad de pasar botellas a través del control de seguridad y la deshidratación que sufrimos en los aviones hacen que, al final, la mayoría de los viajeros terminen comprándola.
En aeropuertos como el de París Charles de Gaulle, el más caro de Europa en este aspecto, un simple botellín puede costar hasta 5 euros. No se queda atrás el de Ámsterdam, donde medio litro de agua cuesta 3 euros. Incluso dentro del avión, el precio sigue siendo elevado: en aerolíneas de bajo coste como Ryanair o EasyJet, un botellín cuesta una media de 2,70 euros.
¿Dónde encontrar agua más barata (o gratis)?
No todo son malas noticias. Algunos aeropuertos han tomado medidas para evitar este gasto excesivo. Aena estableció en 2018 que los aeropuertos españoles, como Madrid, Barcelona y Palma, vendan botellas de agua a 1 euro en máquinas expendedoras y tiendas. También en Dublín, Frankfurt y Múnich se encuentran precios similares, aunque en estos dos últimos una parte de las ganancias se destina a proyectos solidarios.
El aeropuerto de Atenas es el más barato de Europa en este aspecto: allí, medio litro de agua cuesta solo 0,50 céntimos. Pero la mejor alternativa está en Londres Heathrow, que cuenta con más de 100 fuentes gratuitas en sus cuatro terminales, permitiendo a los pasajeros rellenar sus propias botellas sin coste.
El truco para ahorrar: botella vacía y fuentes
Si no quieres gastar de más, la mejor estrategia es llevar una botella vacía en el equipaje de mano y llenarla después del control en alguna de las fuentes del aeropuerto.
No todos los aeropuertos ofrecen este servicio, pero en muchos casos es la opción más inteligente para evitar pagar precios abusivos por algo tan esencial como el agua.