Isla Guadalupe: El paraíso francés del Mar Caribe que encantó al capitán Jacques Cousteau

El legendario explorador Cousteau pasó buen tiempo en las profundidades de sus aguas. Esta isla es una parada interesante para los buceadores del mundo.

A 600 km al norte de las costas de América del Sur se encuentra Isla Guadalupe. Pertenece a territorio francés en ultramar.

Su población es de casi 400 mil habitantes que conviven con un rico y diverso legado cultural.

Este exuberante lugar lo tiene todo, presume de espectaculares playas, tiene volcanes, selvas tropicales, cascadas monumentales, bahías de ensueño y reservas marinas de referencia internacional.

En esta isla se encuentra la Reserva de Jacques Cousteau. Un mundo submarino de aguas cristalinas. Es el sitio ideal para los amantes del buceo y snorkeling.

Su nombre se debe al reconocido explorador, investigador, documentalista y activista francés Jacques Cousteau, quien en el inolvidable barco Calypso, recorrió los océanos del mundo para enseñar, como nunca nadie lo había hecho, el fascinante mundo marino. 

Este arrecife coralino tiene fondos marinos excepcionales. Es rico en todo tipo de fauna y flora marina. Se pueden observar esponjas, erizos de mar, cientos de especies de peces tropicales, tortugas, langostas, morenas, caballitos de mar e incluso cantos de ballenas jorobadas.

El Comandante Cousteau, trabajó arduamente para hacer posible que este espacio de diversidad marina se mantuviera protegido y al mismo tiempo permaneciera accesible para todos los amantes de la vida submarina. Afortunadamente, ¡Lo logró!

¿Sabías que aquí vivieron caníbales?

Sus primeros pobladores fueron los Arahuacos, quienes se encargaron de darle el nombre de Karukera, que significaba “la isla de las bellas aguas”. Ellos, vivían de la caza y de la agricultura. Eran originarios del Delta del Orinoco, Venezuela.

Posteriormente, fueron desplazados por los Caribes, considerados históricamente como uno de los pueblos indígenas más agresivos y salvajes. Muchos de ellos, practicaban la antropofagia (acto de incluir carne u otros tejidos humanos en la dieta). Ciertamente, su nombre proviene de los términos caníbal y canibalismo, que consiste en alimentarse con carne de miembros de su propia especie.

En 1493, Cristóbal Colón llegó a estas tierras durante su segundo viaje a América. Le dio el nombre de Santa María de Guadalupe de Extremadura, en honor a la imagen de la Virgen María.

En 1635, desembarcaron los franceses en la isla y tras sus intentos fallidos por explotar y esclavizar a los Caribes, desenvainaron sus armas en su contra y los aniquilaron.

Pronto, Francia llevó esclavos de África a Guadalupe. Cultivaron tabaco e índigo, pero su mejor producción y recurso económico fue el de la caña de azúcar. Actualmente, sigue siendo su cultivo tradicional.

La industria ligera se ha convertido también es una actividad rentable, principalmente con la producción de azúcar y ron.

En la isla se puede conocer de cerca el proceso productivo del ron. Son populares las rutas turísticas en donde también se puede degustar y comprar.

Un paraíso caribeño

Al llegar a la isla y en pleno aeropuerto, los turistas son, curiosamente, bienvenidos por el sonido de los cientos de grillos que pueden escucharse en todos los rincones de la isla. Su ambiente tropical envuelve a sus visitantes.

La diversidad cultural despierta el interés del turismo internacional.

El gwo-ka es la música tradicional de Guadalupe. También se escucha el zouk. Una mezcla entre el gwo-ka y el biguine.

Su música suena al repique de los tambores y contagia de alegría a los turistas.

Este territorio francés, no deja de ser caribeño.

En forma de mariposa

El archipiélago de Guadalupe está conformado por nueve islas. Las dos principales, están conectadas entre ellas por dos puentes. Se observa en ambas islas en un mapa, la forma de una mariposa con las alas abiertas.

La primera isla es de origen volcánico, su nombre es Basse- Terre, posee 848 km².

Aquí se encuentra el estratovolcán La Soufière (la azufrera). En Guadalupe, es conocido como La Grande Soufrière (la gran azufrera) o La Vieille Dame (la vieja dama).

Forma parte del Arco volcánico de las Antillas Menores.

Este lado de la isla es ideal para quienes disfrutan del trekking, la observación de aves y la naturaleza. Su bosque tropical te lleva a conocer cascadas, ríos, volcanes, animales exóticos y mucho más.

Del otro lado de la isla, se encuentra Grande-Terre, es conocida como la Riviera, tiene 588 km². Es una llanura árida, en donde se han instalado la mayoría de los centros turísticos. Sus playas son de arena blanca y arrecifes coralinos.


El turismo


La moneda oficial en Isla Guadalupe es el Euro. No es un destino turístico económico, especialmente por su accesibilidad. Depende de la procedencia de los turistas, será más o menos complicado.

La mejor opción para llegar es desde Francia o a través de conexiones con escala en Estados Unidos.

Todos sus habitantes hablan Francés, muchos entienden y hablan Inglés. Pero hay que tener en cuenta el arraigo por su idioma. Si el turista no habla Francés, puede ser algo complicado comunicarse. Es recomendable tener a mano un traductor.

Otra recomendación es el alquilar algún coche para tener mayor libertad al momento de recorrer la isla. Un dato interesante, es que cuando el turista decida alquilarlo, se asegure de entregarlo limpio. Algunos, pueden llegar a cobrar hasta más de 25 euros si se regresa con algún rastro de arena. En las estaciones de servicio se pueden aspirar por menos de cinco euros fácilmente.

En la web existen innumerables ofertas de hospedaje. Todo es relativamente cerca y la mejor opción son las posadas y hoteles que tienen vista al mar.

Su gastronomía, también es muy variada Su menú principal lo combinan con delicias del mar, frutos típicos y muchas especias. Los restaurantes ofrecen sus especialidades gastronómicas a base de langosta, pulpo, caracoles, ostras y hasta las famosas ancas de rana. 


En velero es más bonito

Sin duda, navegar por los alrededores de Isla Guadalupe, resulta un privilegio de paisajes perfectos, dignos de una postal.

Los operadores turísticos ofrecen rutas en embarcaciones de todo tipo y por el tiempo que desee el cliente.

Ya sea en embarcaciones pequeñas para paseos cortos, o más grandes como yates, veleros o catamarán, son una experiencia única. 

Los catamaranes son muy populares en la zona. Están en el top de los charter y brindan mayor confort en la navegación.

Generalmente, estas rutas parten desde la capital Pointe-à-Pitre, y se dirigen hacia Sainte Anne, Pointe des Châteaux, Les Saintes y otros destinos populares por sus maravillosos paisajes.

El pueblo Bourg des Saintes, en la bahía de Les Saintes, pertenece a la asociación internacional “ El Club de las Bahías más bellas del mundo”, que agrupa a las comunidades con las fachadas marítimas más espectaculares en bahías excepcionales de los cuatro continentes. Son solo 29 bahías de un total de 23 países que pertenecen a este club.

Anterior
Anterior

¿Sabes dónde se montó el primer chiringuito de la historia?

Siguiente
Siguiente

Egipto, un viaje a la tierra de los faraones