Días negros para la aviación: Una mirada al impacto de los accidentes aéreos ¿Qué ha pasado?
En las últimas semanas, la aviación global ha experimentado un impacto emocional y operativo significativo debido a una serie de accidentes aéreos fatales.
Más de 200 personas han perdido la vida en múltiples incidentes ocurridos en diferentes partes del mundo, mientras que decenas han resultado heridas, lo que ha generado una ola de incertidumbre sobre la seguridad en los cielos. Sin embargo, a pesar de la gravedad de estas tragedias, los datos respaldan la seguridad de volar como uno de los medios de transporte más fiables.
Accidentes Recientes: Un Panorama Global
El 25 de diciembre, un avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines, con 67 personas a bordo, se estrelló cerca de Aktau, Kazajistán, resultando en la muerte de 38 personas. Este incidente ha sido objeto de controversia, ya que se ha sugerido que el sistema antiaéreo ruso podría haber estado involucrado en el siniestro.
Solo tres días después, el 28 de diciembre, se produjeron cuatro accidentes en diferentes regiones del mundo. En Corea del Sur, un avión de Jeju Air sufrió un aterrizaje fallido y un incendio que causó la muerte de 179 personas. En Canadá, un Bombardier Q400 tuvo problemas con el tren de aterrizaje en Halifax, afortunadamente sin víctimas mortales.
Mientras tanto, en Noruega, un Boeing 737-800 de KLM se salió de la pista tras un aterrizaje de emergencia, también sin pérdidas humanas.
En México, un vuelo de Viva Aerobús que cubría la ruta Cancún-Ciudad Juárez tuvo que aterrizar de emergencia en Monterrey debido a problemas técnicos.
Estas tragedias destacan por su proximidad temporal y han generado alarma en la opinión pública, pese a que la aviación continúa siendo estadísticamente segura.
La Seguridad en Perspectiva: ¿Qué Tan Seguro es Volar?
Según la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), la tasa de accidentes en la aviación comercial es extraordinariamente baja, con menos de dos accidentes por cada millón de vuelos en los últimos años.
En 2023, se registró la tasa más baja de accidentes aéreos en más de una década. A modo de comparación, la probabilidad de sufrir un accidente aéreo mortal es tan baja que una persona necesitaría volar diariamente durante más de 103.000 años para experimentar un accidente fatal, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Lecciones de la Historia: Tragedias y Avances
Los accidentes fatales, aunque devastadores, son lecciones que han impulsado mejoras en la seguridad aérea. Casos como la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines en 2014 o el derribo de otro avión de la misma compañía ese mismo año han llevado a la implementación de sistemas de seguimiento más robustos y protocolos más estrictos en zonas de conflicto.
A pesar de los recientes incidentes, volar sigue siendo una de las formas más seguras de viajar. De hecho, los accidentes por carretera representan un riesgo mucho mayor, con una tasa de mortalidad global de 15 por cada 100.000 habitantes, en comparación con 17 por cada mil millones de pasajeros en vuelos comerciales.
Los "días negros" para la aviación nos recuerdan que, aunque el transporte aéreo es estadísticamente seguro, los errores humanos, las fallas técnicas y las condiciones externas pueden llevar a tragedias.
Sin embargo, cada accidente impulsa avances tecnológicos y mejores regulaciones que refuerzan la seguridad en los cielos. Al viajar, la clave es confiar en las cifras y en el compromiso de la industria para garantizar que los aviones sigan siendo los guardianes más fiables de nuestros cielos.