¡De sueño polar a pesadilla en alta mar! La huelga de hambre que sacudió al crucero de lujo hacia la Antártida
Foto: web del crucero SH Diana de Swan Hellenic
Los pasajeros tomaron esta controvertida acción como protesta por la cancelación de su viaje.
Los cruceros de lujo se han posicionado como una de las formas más exclusivas de viajar, donde la comodidad, la gastronomía de alta gama y destinos únicos prometen experiencias inolvidables.
Sin embargo, incluso los sueños más caros pueden tornarse pesadillas, como lo vivieron los pasajeros del SH Diana, un buque operado por Swan Hellenic, que debía zarpar hacia la Antártida y terminó atrapado en el ojo de una tormenta de protestas.
El SH Diana, una embarcación de última generación inaugurada hace solo un año, partió de Ciudad del Cabo el pasado 13 de noviembre para un recorrido de 20 noches por la Antártida. Este itinerario prometía explorar lugares icónicos como la Isla Elefante y la Isla Decepción, todo envuelto en un lujo polar que costaba entre 7.000 y 10.000 euros por pasajero. Pero la travesía se descarriló cuando un fallo técnico en uno de los motores eléctricos obligó a cancelar las escalas más esperadas y reducir la estancia en Georgia del Sur.
Con la Antártida fuera del mapa, la frustración de los pasajeros alcanzó su punto máximo. Swan Hellenic ofreció un reembolso del 50 % del viaje o un crédito del 65 % para futuros cruceros, pero muchos viajeros, algunos de ellos en sus últimos años de vida o con condiciones de salud limitantes, consideraron estas alternativas insuficientes. En un acto de desesperación, varios pasajeros iniciaron una huelga de hambre para exigir la devolución completa del coste del viaje.
"Para muchos de nosotros, esta era la única oportunidad de visitar la Antártida, un sueño que ahora parece inalcanzable", expresaron en una carta colectiva. Mientras tanto, la compañía organizó excursiones gratuitas en Ushuaia como compensación adicional, pero las tensiones no han cesado.
Andrea Zito, director ejecutivo de Swan Hellenic, calificó su oferta como “muy generosa” y afirmó que, aunque algunos pasajeros aceptaron las condiciones, las protestas son “contraproducentes”. Con el barco ya preparando su próxima travesía desde Ushuaia, la compañía enfrenta el desafío de reparar su reputación y recuperar la confianza de los viajeros.
Este incidente pone de manifiesto que, incluso en el mundo de los viajes de lujo, las expectativas no siempre se cumplen.