¿A qué profundidad se encuentra el Titanic y cómo es viajar a bordo del sumergible Titán?

Tras la fatal desaparición del sumergible Titán durante su viaje a los restos del Titanic, surgen inquietantes interrogantes sobre los riesgos que implica esta industria turística.

Se necesitan ocho horas y 228 mil euros para realizar una expedición a las profundidades del océano para llegar al naufragio del R.M.S. Titanic a más de 360 millas náuticas de la costa de San Juan, Terranova.

El norte del océano Atlántico es la zona exacta en la que se encuentran los restos de este barco. Específicamente, a 600 kilómetros al sureste de la costa de Newfoundland, situada en Canadá.

Hace más de un siglo de su hundimiento y a pesar del peligro de viajar a unos 3800 metros bajo la superficie, pocas personas han tenido la oportunidad de ver de cerca lo que queda del mundialmente famoso Titanic.

Muchas son las preocupaciones que giran en torno a esta actividad lucrativa, sus cuestionamientos éticos y el peligro de dañar aún más los restos del naufragio, las inmersiones en el Titanic se hacen desde hace más de 20 años.

Llegar hasta lo más profundo implica un viaje en la oscuridad, ya que la luz del Sol es absorbida muy rápidamente por el agua y no puede penetrar mucho más allá de 1.000 metros de la superficie. Debido a esto, la zona en donde se encuentra el Titanic es conocida como la “zona de medianoche”.

Después de dos horas de descenso a través de la oscuridad total, aparece el naufragio de repente bajo las luces del sumergible.

La visión es limitada, navegar a esta profundidad es un desafío y es fácil desorientarse en el lecho marino.

No obstante, durante las últimas décadas se han desarrollado mapas de escaneos de alta resolución que detallan el sitio del naufragio del Titanic y proporcionan puntos de referencia a medida.

El sonar también permite a la tripulación detectar características y objetos más allá del pequeño haz de luz del sumergible.

Igualmente, los pilotos de sumergibles se basan en una técnica conocida como navegación inercial, que utiliza un sistema de acelerómetros y giroscopios para rastrear su posición y orientación en relación con un punto de partida y una velocidad conocidos.

El sumergible Titán pertenece a la compañía OceanGate. Posee un sistema de navegación inercial autónomo de última generación que se combina con un sensor acústico conocido como Doppler Velocity Log para estimar la profundidad y la velocidad del vehículo en relación con el fondo del mar.

Aun así, los pasajeros a bordo de viajes anteriores al Titanic con OceanGate han descrito lo difícil que es encontrar el camino al llegar al fondo del océano.

Desde investigadores, hasta cineastas como James Cameron, quien dirigió la internacionalmente famosa y premiada película Titanic en 1997, se han realizado incontables inmersiones.

Los turistas también han podido hacer este viaje, gracias a empresas como la británica Deep Ocean Expeditions que fue una de las primeras en vender paquetes al público. El precio inicial fue de aproximadamente 30 mil euros para ver los restos del Titanic en 1998.

Las últimas expediciones de 2012 duraron 12 días y llevaron a 20 pasajeros por unos 54 mil euros por persona.

La empresa de viajes Bluefish, también ha hecho reservas con billetes vendidos más de 55 mil euros.

Blue Marble, con sede en Londres, vendió billetes por más de 96 mil euros aproximadamente. Esta empresa se asoció con OceanGate Expeditions (la misma empresa cuyo buque desapareció el domingo) para realizar las excursiones.

OceanGate efectuó con éxito expediciones en 2021 y 2022. Tiene previstas todavía 18 inmersiones para 2023.

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