Molokhia: ¿Te atreverías a probar esta sopa verde y viscosa egipcia?

Fotos: Yéssica Salazar

La gastronomía egipcia es rica y variada, reflejando siglos de historia y una fusión de culturas.

Entre los platos egipcios más emblemáticos se encuentra la Molokhia, una sopa verde, con sabores contundentes que, aunque es muy nutritiva, para algunos resulta un desafío probarla, ya que, su textura es un poco empalagosa.

La Molokhia, también conocida como "sopa de jute", tiene una historia que se remonta a miles de años. Se dice que su nombre proviene del término árabe "mulukiyah", que significa "alimento de reyes", una referencia a su consumo por la realeza en el antiguo Egipto. Esta planta, también conocida como Corchorus olitorius, era valorada no solo por su sabor único sino también por sus propiedades medicinales.

A lo largo de la historia, la Molokhia se ha extendido más allá de las fronteras egipcias, encontrando un lugar en las cocinas de otros países del Medio Oriente y del norte de África, como Líbano, Siria y Sudán. Cada región ha desarrollado su propia versión del plato, adaptando los ingredientes y métodos de preparación a sus tradiciones culinarias.

Ingredientes Principales

La Molokhia se caracteriza por su textura viscosa y su sabor distintivo, derivado de sus ingredientes principales. Los ingredientes básicos de esta sopa incluyen:

  • Hojas de Molokhia: La estrella del plato. Estas hojas verdes se cortan finamente para liberar su consistencia mucilaginosa, que le da a la sopa su característica textura.

  • Caldo de Pollo o Carne: Tradicionalmente, la Molokhia se cocina con caldo de pollo o carne, aunque también se puede utilizar caldo de verduras para una versión vegetariana.

  • Ajo y Cilantro: Estos ingredientes se fríen juntos para crear una base aromática que enriquece el sabor de la sopa.

  • Limón: El jugo de limón se agrega al final de la cocción para aportar un toque de acidez que equilibra los sabores.

Preparación tradicional

La preparación de la Molokhia puede variar, pero el método tradicional es bastante consistente:

  1. Corte de las Hojas: Las hojas de Molokhia se lavan y se cortan finamente. Este proceso es crucial, ya que la textura de la sopa depende de lo finamente que se corten las hojas.

  2. Preparación del Caldo: Se hierve el pollo o la carne en agua con sal y especias hasta que esté cocido. Luego, se retira la carne y se reserva el caldo.

  3. Base de Ajo y Cilantro: En una sartén, se fríe el ajo picado con cilantro hasta que estén dorados y fragantes.

  4. Cocción de la Molokhia: Las hojas cortadas se añaden al caldo junto con la mezcla de ajo y cilantro. La sopa se cocina a fuego lento hasta que las hojas estén completamente desintegradas y la sopa tenga una textura viscosa.

  5. Ajuste de Sabor: Finalmente, se añade jugo de limón al gusto y se ajusta la sal y otros condimentos según se desee.

Variantes y acompañamientos

Aunque la versión egipcia de la Molokhia es la más conocida, existen muchas variantes regionales. En Líbano, por ejemplo, se suele servir con arroz y pollo desmenuzado. En Sudán, se puede espesar aún más y servirse como una especie de guiso.

En Egipto, la Molokhia se suele acompañar con arroz blanco y pollo, y a menudo se sirve con pan egipcio (baladi) para mojar. También es común añadir un poco de salsa de chile para darle un toque picante.

Beneficios nutricionales

Este plato no sólo es deliciosa, sino también altamente nutritiva. Las hojas de Molokhia son ricas en vitaminas A, C y E, así como en minerales como el calcio y el hierro. Su contenido de fibra también ayuda en la digestión, y sus propiedades antioxidantes contribuyen a la salud general.

La Molokhia es mucho más que una simple sopa; es un legado culinario que ha perdurado a través de los siglos. Su combinación de ingredientes sencillos y nutritivos, junto con su método de preparación tradicional, la convierte en un plato esencial en la mesa egipcia. Al disfrutar de un tazón de Molokhia, uno no solo saborea los sabores de Egipto, sino también una parte de su rica historia y cultura.

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