Así fue la espectacular ‘Noche de los Fuegos de Gijón en Asturias’
El primer disparo comenzó a la medianoche y todo el espectáculo tuvo una duración de 24 minutos.
En la tranquila ciudad costera de Gijón, en el norte de España, cada año se desata una explosión de color y emoción que ilumina tanto el cielo como los corazones de sus habitantes y visitantes.
Los famosos fuegos artificiales de Gijón en Asturias no son sólo un evento anual, son una experiencia mágica que fusiona la tradición pirotécnica con la modernidad de una ciudad en constante evolución.
El cielo de Gijón volvió a brillar en la Noche de los Fuegos. Este año se usaron 123 artilugios diferentes, con 24 colores, 42 efectos y más de 1.200 órdenes de disparo.
El primer disparo comenzó a la medianoche y todo el show de luces tuvo una duración total de 24 minutos.
Se utilizó una tonelada de pólvora para quemar 2.033 unidades pirotécnicas mediante 1.238 órdenes de disparo.
Cerca de las once menos diez de la noche, el público se concentró en diferentes puntos de la ciudad, especialmente en el arenal de San Lorenzo y en Poniente.
Los espectadores pudieron disfrutar de las luces que se alzaron a unos 210 metros de altura.
Se pudieron divisar figuras como mosaicos, intermitencias, colas de caballo, cascadas de fantasma, anillos y crepitantes.
En cuanto a la zona de disparo ocurrió, como es habitual, en el Cerro de Santa Catalina.
Cabe destacar que la noche de los Fuegos es el espectáculo de mayor tradición de la Semana Grande. Tiene profundas raíces en la historia de la ciudad. Lo que comenzó como una celebración local ha crecido hasta convertirse en un evento anual que atrae a miles de personas de todas partes del mundo.
Gijón, con su línea costera pintoresca y sus playas doradas, proporciona un escenario perfecto para los fuegos artificiales. Cada verano, los cielos nocturnos se convierten en un lienzo en blanco para los creativos diseños pirotécnicos. La brisa marina agrega un toque especial, llevando los destellos y los colores a lo largo y ancho del cielo, creando un espectáculo que es un verdadero deleite para los sentidos.
La combinación de tradición y modernidad es evidente en la variedad de efectos y secuencias que se presentan cada año. Desde los clásicos destellos y chispas hasta los diseños más elaborados y sincronizados, los espectadores siempre están en vilo ante la expectativa de lo que vendrá después.
Los fuegos artificiales de Gijón son más que un evento anual; son una tradición que une pasado y presente en un espectáculo deslumbrante. La mezcla de luces, música y emociones en una noche estrellada es una experiencia que cautiva a todos los que tienen la suerte de presenciarla.
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar Gijón durante este festival, prepárate para sumergirte en un mundo de asombro y admiración que quedará grabado en tu memoria para siempre.
