Seúl: Donde la modernidad y la tradición se encuentran en una ‘megaciudad’ que nunca duerme
La capital de Corea del Sur, es una ciudad en constante movimiento, donde la tecnología de vanguardia y la moda coexisten con un profundo respeto por las tradiciones, el arte y la naturaleza.
Con casi 10 millones de habitantes en una extensión impresionante, Seúl representa la síntesis perfecta entre el pulso moderno de sus rascacielos y una historia que remonta siglos.
Si es tu primera vez en Corea del Sur, Seúl puede parecer abrumadora, pero este destino se convierte en una experiencia inolvidable al sumergirse en sus múltiples facetas.
El lado futurista: Moda, tecnología y compras
Seúl es un paraíso para los amantes de la tecnología y las compras, con centros comerciales y distritos de moda donde la modernidad está al alcance de la mano.
COEX, uno de los centros comerciales subterráneos más grandes del mundo, ofrece desde boutiques de alta moda hasta cines futuristas.
Por otro lado, en el mercado de Dongdaemun, la esencia de la ciudad es palpable con una mezcla de comercio local y diseño vanguardista, en un entorno donde el modernísimo Dongdaemun Design Plaza se alza como obra maestra arquitectónica de Zaha Hadid.
Naturaleza en el corazón de la ciudad
La conexión de Seúl con la naturaleza es fundamental. El río Hangang, que atraviesa la ciudad, divide el norte y el sur de Seúl y está rodeado de parques y senderos ideales para caminatas, paseos en bicicleta y actividades recreativas.
Otro de los tesoros naturales es el parque Namsan, hogar de la emblemática N Seoul Tower y con vistas panorámicas de toda la ciudad. En Haneul Park, antiguamente un vertedero, la ciudad ha creado un oasis verde con escaleras que ascienden hasta el "cielo", desde donde se pueden disfrutar vistas inigualables.
Una tradición viva: Palacios y el distrito histórico de Bukchon
Para entender el alma histórica de Seúl, el Palacio Gyeongbokgung y el Templo Jogyesa son visitas esenciales. Además, Bukchon Hanok, un distrito con casas tradicionales coreanas, atrae a visitantes de todo el mundo.
Sin embargo, debido a la masificación turística, el distrito ha implementado recientemente un control riguroso para preservar la tranquilidad y la autenticidad del vecindario. Este lugar, con sus hanoks (casas tradicionales), invita a un viaje en el tiempo, brindando una perspectiva única sobre cómo era Seúl antes de la modernización.
Mercados tradicionales y gastronomía única
El mercado Gwangjang y el mercado de pescado Noryangjin son paradas obligatorias para quienes buscan sabores locales auténticos. Gwangjang, con sus interminables opciones de comida callejera, permite degustar platos como los bindaetteok (tortitas de judía verde) y el popular kimbap. Por otro lado, Noryangjin, uno de los mercados de pescado más grandes de Corea, ofrece un espectáculo culinario con productos frescos del mar que los visitantes pueden probar al instante en alguno de sus puestos.
Control de la masificación:
Al igual que Grecia y otros destinos populares, Seúl está adoptando medidas de control para gestionar la afluencia turística en sus zonas más emblemáticas.
Bukchon Hanok es ahora una "zona de gestión especial", donde se han implementado restricciones de acceso y multas para quienes no respeten las normas, con el fin de mitigar el impacto en la comunidad local. Estas medidas reflejan la sensibilidad de Corea del Sur en equilibrar la popularidad turística con la preservación de sus espacios culturales.