Gargantas del Todra y Valle del Dadès: Escenarios naturales de película en el Atlas de Marruecos

Fotos: Yéssica Salazar

Entre paisajes de vértigo, palmerales y kasbahs, estas rutas ofrecen una experiencia única para los viajeros que buscan aventuras y paisajes fuera de lo común.

A los pies del imponente Alto Atlas de Marruecos, se encuentran dos de los paisajes más espectaculares y cinematográficos del país: las Gargantas del Todra y el Valle del Dadès.

Estas impresionantes formaciones rocosas no solo son un deleite para los amantes de la naturaleza, el senderismo y la escalada, sino que también transportan a los visitantes a un escenario digno de las grandes producciones de Hollywood, como Lawrence de Arabia o La guerra de las galaxias.

Fotos: Yéssica Salazar

El Alto Atlas: La frontera entre el verde y el desierto

En pleno corazón de Marruecos, estas gargantas marcan un punto de transición paisajística.

Fotos: Yéssica Salazar

La exuberancia de los valles y ríos se transforma en el árido terreno que anuncia la cercanía del Sáhara.

Ambas gargantas están formadas por los ríos que les dan nombre, el Todra y el Dadès, que durante milenios han esculpido estas majestuosas brechas naturales en las montañas del Atlas.

Fotos: Yéssica Salazar

Garganta del Todra: Un corredor de roca que desafía la imaginación

En el lado oriental del Alto Atlas, la Garganta del Todra se alza como un verdadero monumento natural.

Fotos: Yéssica Salazar

Con paredes de roca que alcanzan los 300 metros de altura y un estrecho paso de apenas 30 metros, este lugar ofrece una experiencia única.

Recorrerlo a pie permite admirar la magnitud de los acantilados y su atmósfera sombría, donde el sol apenas logra penetrar.

Fotos: Yéssica Salazar

Además, es un paraíso para los escaladores, con rutas que desafían a expertos de todo el mundo, y un destino popular para los senderistas y los amantes de la escalada que desean explorar las alturas de los cañones.

Fotos: Yéssica Salazar

En las cercanías, el frondoso palmeral de Tinghir contrasta con el entorno árido, regalando un oasis verde repleto de palmeras y olivos.

Cómo llegar: Desde Tinghir, a 25 km al sur, se accede fácilmente por la carretera N10. La ciudad de Ouarzazate, a 160 km, es el punto de partida ideal gracias a su aeropuerto internacional.

Fotos: Yéssica Salazar

Valle del Dadès: Una carretera de vértigo y una ruta entre kasbahs

La Garganta del Dadès, situada más al oeste, es famosa por su sinuosa carretera R704, un deleite para los amantes de los viajes por carretera.

Fotos: Yéssica Salazar

A medida que se asciende, el paisaje cambia radicalmente: desde los verdes valles cultivados por el río hasta la aridez montañosa del Atlas.

El río Dadès serpentea entre las montañas, mientras la ruta avanza por la icónica Ruta de las Mil Kasbahs, jalonada de construcciones tradicionales de adobe. Este camino es un homenaje a la historia y cultura del sur de Marruecos, donde el desierto y la arquitectura bereber se entrelazan de forma única.

Cómo llegar: Desde Ouarzazate, se sigue la N10 hasta Boumalne Dadès. Desde allí, un desvío a la R704 lleva directamente a la garganta.

Un destino que combina aventura, cultura y cine

Las Gargantas del Todra y el Valle del Dadès no son solo un espectáculo visual, sino también un viaje al alma de Marruecos.

Su cercanía a Ouarzazate, conocida como la "puerta del desierto" y hogar de estudios de cine legendarios, refuerza su carácter cinematográfico.

¿Te atreves a descubrir estos cañones de película y dejarte fascinar por el contraste de colores y culturas del Alto Atlas? ¡El Todra y el Dadès te esperan!

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