El terremoto en el Caribe que encendió las alarmas de tsunami
Un terremoto de magnitud 7,6 sacudió el suroeste de las Islas Caimán, generando una advertencia de tsunami que fue levantada horas después sin reporte de daños.
Un potente terremoto de magnitud 7,6 sacudió el mar Caribe al suroeste de las Islas Caimán el pasado sábado, generando una alerta de tsunami que fue levantada horas después. El sismo, registrado a las 18:23 hora local, tuvo su epicentro a 209 kilómetros al sur-suroeste de George Town y una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El Centro de Alertas de Tsunamis de Estados Unidos (NTWC) emitió inicialmente una advertencia para Puerto Rico y las Islas Vírgenes, instando a los residentes a mantenerse alejados de las costas. Además, el Centro Internacional de Información sobre Tsunamis alertó sobre el riesgo de marejadas peligrosas en una amplia franja del Caribe, que incluía países como Jamaica, Cuba, México, Honduras, República Dominicana, Colombia y Panamá, entre otros.
Afortunadamente, aunque la advertencia inicial mencionaba la posibilidad de olas de entre uno y tres metros en algunas costas, el temor se disipó cuando el organismo levantó la alerta sin reportes de daños significativos.
Reacciones y medidas preventivas
Gobiernos locales, como el de las Islas Caimán y Honduras, recomendaron a los residentes y turistas alejarse de las playas y trasladarse tierra adentro por precaución. Sin embargo, tras varias horas de monitoreo, las autoridades confirmaron que el riesgo había pasado y no se registraron daños estructurales ni víctimas.
Este evento pone en evidencia la vulnerabilidad del Caribe ante los fenómenos sísmicos y la importancia de los sistemas de alerta temprana, que permiten reaccionar con rapidez para minimizar riesgos. Para los viajeros, es un recordatorio de la necesidad de informarse sobre protocolos de seguridad y mantenerse atentos a las indicaciones de las autoridades locales ante cualquier emergencia natural.
A pesar del susto, el Caribe sigue siendo un destino paradisíaco con playas de ensueño y una vibrante cultura. Sin embargo, como en cualquier otro lugar propenso a fenómenos naturales, la prevención es clave para disfrutar de un viaje seguro y sin contratiempos.