Acapulco bajo asedio: Huracanes y violencia frenan la recuperación del puerto más icónico de México

Con las vacaciones decembrinas en el horizonte, el sector turístico de Acapulco deposita su última esperanza en estas fechas para alcanzar un nivel de ocupación que devuelva algo de vida a la ciudad.

Acapulco, alguna vez el refugio turístico de México por excelencia, lucha hoy por sobrevivir tras el devastador impacto del huracán Otis, que azotó sus costas el 25 de octubre de 2023. A un año de aquella catástrofe, apenas un 58% de la infraestructura hotelera ha logrado reabrir sus puertas.

Según autoridades del estado de Guerrero, de las 19,600 habitaciones disponibles antes del ciclón, sólo 11,500 están habilitadas, un lento renacer que, sin embargo, sigue lejos de sus días de gloria.

Con pérdidas estimadas en 39,343 millones de pesos, Otis se convirtió en el segundo huracán más costoso en la historia del país, según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Aun cuando la temporada alta de diciembre trajo un pequeño respiro, muchos negocios permanecen cerrados.

Diferentes representantes del sector turístico han recordado, según información publicada por la agencia de noticias EFE cómo la vida económica se detuvo tras el paso de Otis. “Los primeros meses no hubo actividad económica hasta diciembre, aunque no había las condiciones necesarias”.

A su vez, la Semana Santa, un periodo usualmente lucrativo, tampoco brindó el alivio esperado, y en cada rincón de la ciudad, los pequeños comerciantes luchan por mantenerse a flote.

Las cicatrices de Otis son visibles en cada esquina: materiales de construcción a precios elevados y escasez de mano de obra han retrasado las renovaciones en muchos negocios, que aún no logran reabrir del todo. Para algunos empresarios, alcanzar una recuperación del 60% o 70% ha sido lo máximo, y la esperanza se ha centrado en diciembre y el inicio de la temporada navideña, esperando que un 80% de las habitaciones puedan recibir turistas, especialmente en la semana posterior a Navidad.

Una tormenta tras otra: huracanes y violencia ahogan al puerto

Aunque, Acapulco se mantiene como uno de los lugares de mayor potencial turístico, la violencia en Acapulco sigue siendo alarmante, con 540 personas asesinadas en lo que va del año, según cifras periodísticas. Durante septiembre, se registraron 60 homicidios, manteniendo un promedio de dos víctimas diarias, especialmente en áreas urbanas, suburbanas y turísticas. Pese a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad, los homicidios no han disminuido en los últimos cinco meses.

Desde enero, cuando se reportaron 26 víctimas, los asesinatos han ido en aumento: febrero tuvo 49, marzo 47, abril 61, y mayo alcanzó un pico de 78, con un notable aumento de casos de desmembramientos. En junio y julio se registraron 77 y 73 homicidios, respectivamente, mientras que en agosto hubo 69, y en septiembre, 60. La situación sigue siendo crítica y evidencia una fuerte disputa entre grupos delictivos en el puerto.

La incertidumbre para alcanzar un nivel de ocupación que devuelva algo de vida a la ciudad es alta: huracanes, crisis económica y una violencia desbordada han dejado a este puerto, alguna vez símbolo de turismo en México, luchando por respirar.

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