Nueva Zelanda: El país que tiene más ovejas que personas
Es famosa no solo por sus paisajes de película, sino también por ser el país donde las ovejas superan en número a los habitantes. Actualmente, la relación es de casi cinco ovejas por persona.
Las ovejas son famosas en Nueva Zelanda por varias razones históricas, económicas y culturales:
Gran Producción de Lana y Carne: Nueva Zelanda es uno de los principales exportadores de lana y carne de cordero en el mundo. Desde mediados del siglo XIX, la cría de ovejas se convirtió en una de las principales actividades económicas del país, ayudando a impulsar su economía rural. La lana de de este país es muy valorada por su calidad, especialmente la lana merina, utilizada en textiles de alta gama.
Ícono Nacional y Cultural: Las ovejas se han convertido en un símbolo nacional en Nueva Zelanda. Durante décadas, el país ha tenido una relación oveja-habitante muy alta, llegando a tener en los años 80 alrededor de 22 ovejas por cada persona. Esta proporción ha ido disminuyendo con los años, pero el "mito" de que hay muchas más ovejas que personas aún perdura.
Escenas de Paisaje y Pastoreo: Las colinas y valles verdes de Nueva Zelanda están salpicados de ovejas pastando, lo que ha convertido esta imagen en un ícono del paisaje neozelandés. Muchos turistas se maravillan al ver campos extensos llenos de ovejas, una escena bucólica que forma parte de la identidad visual del país.
Impacto en el Turismo: Las ovejas son parte del atractivo turístico de Nueva Zelanda. Existen experiencias de turismo rural en las que los visitantes pueden aprender sobre la cría de ovejas, ver demostraciones de esquila y probar productos locales, como la carne y la lana. Estas actividades atraen a turistas de todo el mundo, interesados en la vida rural y las tradiciones del país.
Diversificación Económica: A medida que el país ha diversificado su economía, las ovejas siguen siendo una base importante de su sector agrícola, aunque han disminuido en número debido a cambios en los mercados y el aumento de otros tipos de ganadería, como la de vacas para la producción de leche.
Las ovejas, con su importancia en la economía, cultura y turismo de Nueva Zelanda, continúan siendo un símbolo fundamental, representando tanto la historia como la identidad rural del país.
El futuro de las ovejas en Nueva Zelanda
El país conocido mundialmente por su abundancia de ovejas, está experimentando un cambio histórico en su censo ovino.
Según el servicio de estadísticas Stats NZ, la relación de ovejas por habitante ha caído a 4.9, un mínimo histórico desde el inicio del recuento en el siglo XIX. Hoy, con una población de 5.2 millones de personas y 25.3 millones de ovejas, el país se encuentra muy lejos de su récord de 1982, cuando alcanzó los 22 ovinos por persona y un total de más de 70 millones de cabezas.
La disminución en el número de ovejas se debe a varios factores económicos y cambios en la industria agropecuaria. En la década de 1980, la lana de oveja representaba uno de los principales productos de exportación del país, pero la caída global en la demanda de lana, sumada al incremento en los costos de producción, ha mermado la rentabilidad de esta actividad. Esto ha provocado que muchos ganaderos opten por diversificar hacia otros sectores como el ganado vacuno, los cultivos y el creciente sector de la viticultura en regiones como Marlborough.
Aunque la industria ovina ha perdido terreno, el país sigue innovando en formas de darle valor a los productos derivados de la oveja.
Hoy, la carne de cordero y los productos lácteos son una parte importante de las exportaciones. También, el ecoturismo vinculado a las granjas y al estilo de vida rural sigue creciendo, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de sumergirse en la cultura agrícola del país.
Un viaje a Nueva Zelanda no está completo sin visitar una de las granjas tradicionales, muchas de las cuales permiten a los visitantes participar en actividades como la esquila, el pastoreo con perros y mucho más.