¿La Mona Lisa se pintó aquí? La teoría de una reconocida geóloga
Además del enigma que rodea a la enigmática sonrisa de Lisa Gherardini, el paisaje detrás de ella ha sido objeto de debate: ¿Es una creación imaginaria de da Vinci o representa un lugar real?
La icónica Mona Lisa de Leonardo da Vinci ha sido objeto de innumerables teorías y misterios a lo largo de los siglos Expertos en historia del arte y geología han especulado sobre la ubicación exacta del paisaje representado en la obra maestra. Recientemente, destacan tres estudios que afirman haber resuelto este enigma de manera contundente.
El primero de estos estudios, dirigido por Carla Glori, historiadora del arte de la Universidad de Turín, propone que el paisaje detrás de la Mona Lisa se encuentra en la localidad de Bobi, en Piacenza. Glori basa su teoría en la similitud entre el viaducto representado en el cuadro y el Puente Jorobado de Bobbio. Según su investigación, el retrato habría sido pintado desde el castillo de Malaspina al Verme, y la mujer retratada podría ser Bianca Giovanna Sforza, esposa del marqués de Bobbio.
Por otro lado, el historiador del arte Silvano Vinceti sugiere que da Vinci se inspiró en el paisaje del pueblo de Laterina, en la provincia de Arezzo, para pintar La Gioconda. Vinceti señala el detalle del puente en el cuadro como una pista clave para identificar la ubicación real.
Recientemente, la geóloga e historiadora del arte Ann Pizzorusso ha presentado una nueva teoría que ha captado la atención de los medios internacionales. Pizzorusso sostiene que el paisaje de la Mona Lisa corresponde a Lecco, una ciudad situada en la orilla del lago de Como, en Lombardía. Basándose en la similitud del Ponte Azzone Visconti y las características geológicas de Lecco, Pizzorusso argumenta que esta es la ubicación más probable.
Las investigaciones de Pizzorusso, respaldadas por documentación histórica y análisis geológicos, han generado un gran interés en el mundo académico y han revitalizado el debate sobre la ubicación real de la Mona Lisa. Su trabajo es una fascinante combinación de ciencia y arte, que arroja nueva luz sobre uno de los mayores enigmas de la historia del arte.