'Dune: Parte dos': ¿Sabes dónde se rodó?

Foto: Niko Tavernise Warner Bros

Los escenarios seleccionados para la filmación de esta película son verdaderamente icónicos y espectaculares, brindando una atmósfera única que complementa a la perfección la grandiosidad de la historia.

Durante su presentación en Madrid, Javier Bardem describió Dune: Parte dos (con estreno en cines el 1 de marzo) como una inmersión sin restricciones en el universo que se había esbozado en la primera entrega. Según Bardem, así fue como Denis Villeneuve, el director conocido por Blade Runner 2049 y La llegada, le presentó la película cuando lo contactó para ofrecerle un papel que inicialmente parecía tener poco tiempo en pantalla y relevancia, pero que ahora se revela como crucial en esta secuela.

En esta segunda entrega, Bardem asume el papel de Stilgar, el líder de los Fremen, la población nativa de Arrakis, un planeta desértico, pero rico en especia, un recurso mágico que confiere poder en la galaxia. Al final de la primera película, Stilgar acoge a Paul Atreides (interpretado por Timothée Chalamet) entre los suyos, convencido de que este noble ansioso por aprender las tradiciones del desierto es el mesías esperado durante generaciones. A su lado está Chani (interpretada por Zendaya), quien también desempeña un papel importante en Dune: Parte dos. Villeneuve deja claro que esta es una historia de amor centrada en la relación entre Chani y Paul, que impulsa la trama de una película repleta de conflictos, gusanos de arena y una impresionante banda sonora (recomendada para disfrutar en la pantalla más grande disponible).

En la primera película de Dune, se utilizaron locaciones como la Península Stadlandet en Noruega para representar el planeta Caladan, hogar de los Atreides, así como el desierto Rub al-Khali en Arabia Saudí y Wadi Rum en Jordania. Para la segunda entrega, el director Denis Villeneuve decidió regresar a algunas de estas locaciones pero también explorar nuevas, ya que el universo de Arrakis se estaba expandiendo.

Paul, uno de los personajes, describe la experiencia de estar en medio del desierto al atardecer como "sobrecogedora", mientras que el productor Patrick McCormick destaca la belleza de las formaciones rocosas en Jordania, comparándolas con obras de arte que rivalizan con las catedrales europeas medievales o renacentistas.

En Dune: Parte dos, Jordania fue elegida como la ubicación principal, aunque no se limitaron al icónico desierto de Wadi Rum, famoso por haber sido utilizado en películas como Lawrence de Arabia y Star Wars. Según McCormick, filmaron en Al Siq, cerca de Wadi Araba, una zona fotogénica y de gran impacto visual.

Cada lugar ofrecía oportunidades únicas, por lo que aprovecharon al máximo cada formación rocosa y atardecer, dividiendo las secuencias para optimizar su uso. Además, transportaron su propia formación rocosa, utilizada para las trampas de viento, en helicóptero desde Budapest.

También se muestran dunas de los Emiratos Árabes Unidos, donde se filmó la emblemática escena del gusano de arena, tras haberla preparado en los estudios de Budapest, donde reconstruyeron la mayoría de los sets.

Sin embargo, hay una locación muy especial en esta secuela: el Santuario Brion, en San Vito, Italia. "Es una obra maestra arquitectónica diseñada por Carlo Scarpa. Es asombrosa y única. Inspiró la arquitectura de Caladan en la primera película, pero no pudimos filmar allí", explica la productora Tanya Lapointe. Para la segunda entrega, intentaron nuevamente hacerlo.

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