Venecia contra el turismo de masas: imponen un límite de 25 personas por tour y prohíbe los altavoces

La autoridades venecianas buscan proteger la tranquilidad de los residentes y mejorar la movilidad peatonal.

En muchos lugares del mundo, la afluencia de turistas excede la capacidad de gestión local. Un ejemplo claro es Venecia, cuya geografía única ha obligado a las autoridades a tomar medidas drásticas. Después de restringir el acceso a cruceros y establecer un peaje de entrada, la ciudad ha implementado nuevas normativas. Desde el 1 de agosto, los grupos turísticos no podrán superar las 25 personas y los guías no podrán usar altavoces, con el objetivo de "mantener la serenidad de Venecia", según informó Reuters.

Estas medidas, que buscan proteger la tranquilidad de los residentes y mejorar la movilidad peatonal, se aplicarán en el centro de Venecia y en las islas de Murano, Burano y Torcello. Las sanciones por incumplimiento oscilarán entre 25 y 500 euros.

Inicialmente, estas restricciones debían entrar en vigor en junio, coincidiendo con la introducción de una tarifa de entrada para visitantes, conocida como el "impuesto turístico", que busca regular el flujo de excursionistas durante la temporada alta. Aunque la medida tiene un alcance limitado, aplicándose solo en ciertas áreas y horarios, ya ha generado ingresos significativos, estimados en 2,6 millones de dólares, provenientes de más de 485.000 turistas.

La UNESCO ha destacado que el turismo masivo es una preocupación crítica. Venecia figura en la lista de sitios en peligro de extinción debido al daño ambiental causado por barcos a motor y cruceros, así como al impacto en los edificios históricos adaptados para fines comerciales. En 2023, la ciudad recibió alrededor de 20 millones de visitantes, una cifra 400 veces mayor que su población de menos de 50.000 habitantes. Esta desproporción ha llevado a muchos residentes a abandonar la ciudad, aumentando la dependencia del turismo para la economía local, lo que a su vez degrada la calidad de vida y los servicios.

Venecia no es el único lugar enfrentando estos desafíos. La creciente ola de turismo ha afectado a otros destinos como Grecia, Barcelona, Seúl y Japón, donde se han implementado diversas medidas para controlar la masificación, desde restricciones a cruceros hasta menús especiales para turistas, en un movimiento global que parece evolucionar hacia una resistencia al turismo desmedido.

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